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HAXIX 02: Calabozo

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MidoriGale's avatar
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Midori: advertencia... éste capítulo es meloso. Y no lean si tienen los ojos cansados! los capítulos nos e irán corriendo





El Calabozo

Después de un rato de mucho frío y clima desagradable, en la tarde volvió a salir el sol, y muchos se bañaron y jugaron a gusto. Otros se asolearon.

–El notición. – Comentó Jean. – No sabes nadar.

Dásos negó, rendido. – No, nunca aprendí, he vivido en la escuela desde hace años… Mi familia me mandaba ropa y cosas hasta hace unos cuantos… Ya sólo recibo regalos de parte de mi madre solamente a fin de año escolar… – Suspiró. – Mi casa es la escuela, la escuela me mantiene, me da todo lo que tengo… no le he pedido nada pero… bien, aquí estoy y ya no puedo poner queja alguna.

–¿A fin de año escolar? – Preguntó Coral. – ¿Y tu cumpleaños?

Dásos cerró los ojos. – Eso… yo no tengo. – Estaban en la zona de picnic cerca de la caseta azul. – Es una fecha que mejor no recordar, por… Por la… catas…– Intentó relajarse con la respiración.

–No lo cuentes si eso te pone en aprietos. – Le recordó Jean. – Ya nos hacemos una idea, Coral me comentó lo que Astros dijo cuando estaban todos reunidos… No es necesario.

Coral aplaudió, después de haberse sentido culpable. – Igual quiero saber tu cumpleaños.

–Co… Coral. – Jean estaba confuso.

–¿Mi... cumpleaños?

–A mí no me has hecho nada malo, es más, eres un gran amigo. Yo quisiera celebrártelo porque encuentro que te lo mereces… Si nos lo permites, decírselo a Rogue, Onomi y Umi, ellas son personas muy agradables y pasarás un buen momento con todos. No es por el regalo, basta compartir.

<<Es… Es justamente lo que no entendieron entonces…>>. Enternecido, al menos la furia y el recuerdo oscuro fueron aplastados y detenidos. – Cuando iba a cumplir seis años ocurrió una catástrofe, justo en mi cumpleaños… por eso decidí que no era algo que debiera celebrar porque… recordaba una fecha oscura para mi aldea… y para mí porque no pasaron muchos meses antes de que el antiguo director me fuese a buscar y trajese a Haxix.

–Seis años… Llevas diez años encerrado aquí. – Contó Jean. – entonces entiendo muy bien tus ansias de escaparte y tu cansancio, yo estaría en tu misma situación si no tuviera otro hogar, aunque la verdad yo casi vivo aquí, pero mi familia está aquí también… Pero si todo mejora…

–Si todo mejora seré libre. – Sentenció Dásos. – Volver a mi hogar… no me interesa la verdad, tantos años lejos… Pero podré salir a buscar el lugar que para mí sea mi hogar.

Coral le tomó las manos, estando sentada al frente, al otro lado de la mesa. – Rogue te está ayudando mucho con tus estudios, ¿No? Y hoy fue un reto superado, siguiendo así podrás salir a buscarlo.

Jean se echó medio encima de la mesa. – Tú puedes contar con nosotros para lo que sea, te lo decimos sinceramente.

Dásos sonrió contento y el sol brilló con una suave intensidad, pero con un calor envolvente, dulce y agradable.



Las clases del día ya habían terminado. Dunkel apenas alcanzó a ir a la última, estuvo mucho rato en la cocina con Sage intentando comer lo que le correspondía, con la amigable cocinera encima que sólo lo ponía más nervioso.

También le tomó un tiempo poder moverse, pero ya no sentía ni frío ni calambres. Quedaban algunos por allí, pero menos.

Lo que sí, la última clase no vio a Umi y según los pocos compañeros que le respondieron, desapareció después de aquél receso… Ya se sabía que él algo le había hecho, y cómo le miraban lo hacía sentir terrible.

Se detuvo en medio de un pasillo. Sólo los del último grado circulaban aún, con las clases que terminaban tarde a punto de empezar.

A la vuelta de una esquina lo atraparon violentamente.

–¡¡¿Dónde está Umi?!!

Tenía a Rogue encima. – Que…

–No podemos encontrarla. – Onomi estaba preocupada.

–Escuchamos rumores de que tú fuiste el último en verla y que desapareció después de hablar contigo. No fue al almuerzo, no ha regresado al cuarto y ningún inspector la ha visto. ¡Dónde está!

–Yo no lo sé…

–Entonces qué hiciste o le dijiste. ¡No puede estar desaparecida!

Onomi se rascó la cabeza. – La señorita Hada, a la que más adora Umi, no puede encontrarla con su poder psíquico.

–Su hermano es quien siempre da con ella, pero aún no regresa de las clases en la playa y llegará cuando ya esté prohibido andar por los pasillos, y en esta escuela nadie puede quedarse solo en ningún lugar que no sean las alas de dormitorios, todo es inseguro. –Rogue lo soltó. –Él no te lo va a perdonar, menos nosotras.

Dunkel reaccionó. – Esperen, esperen… que no entiendo. ¿De verdad que no…?

–¡Qué le dijiste!

–Basta Rogue… él no sabe nada.

–Hay que encontrarla antes de que los de último grado salgan de sus clases. Es cuando se cierran todos los pasillos. Nos vemos en el hall principal cuando ellos salgan. – Rogue salió tan rauda como había aparecido.

–Yo… – Dijo Dunkel. –Yo no la entendí…

Onomi le miró. – Ella es especial… – Sonriendo triste. – Quien no está acostumbrado a ella, piensa todo menos lo que es de verdad… Es sincera y actúa de corazón, y muchos mal interpretan eso. – Miró que no había nadie cerca, menos Rogue. – Hay un lugar que creo Umi usa como refugio, pero es muy peligroso para ir, sobretodo cuando está cayendo el sol… Umi no se lo ha dicho a Rogue, porque no la quiere meter en problemas si pasara algo como esto… y a mí me da mucho miedo ir… Creo que está allí.

Dunkel se recordó en el espacio donde se entregó rendido a todo. Y de pronto, lo primero que vio fue a Umi. Detuvo a Onomi. – Dime dónde es.

Juntó las manos. – Pero sólo si la traes salva… y tampoco triste. – Lo miró a los ojos. – Eres fuerte y eso a ella le hará bien, pero no la aplastes con tu fuerza, protégela. – Se acercó a susurrarle, esperando no hubiera nada espiándolos. Después de volver a cerciorarse no los vieron salió corriendo en otra dirección.

Después de pensarlo y divagar, Dunkel se fue por su propio camino.

A la vuelta de una esquina se topó casi de golpe a un inspector, por las espaldas. Susurró rápido algo y se impregnó como una sombra que desapareció tras los ladrillos. El inspector volteó, alumbrando con el farol pero no vio a nadie. Fue por el pasillo y tampoco encontró a nadie… Continuó.

Dunkel se asomó como un manto sombrío de donde sus ojos no eran parte de la mancha negra y retomó a la normalidad. Estaba en el primer subterráneo, donde unas pequeñas ventanas a ras de techo permitían la entrada de la poca luz del día que quedaba, y aire.

<<Si uso otra vez magia van a encontrarme…>>. Pensativo. <<No quiero a Gadiel encima…>>. Zarandeó la cabeza y continuó sigiloso.

Descorrió una trampilla en el suelo de una bodega casi abandonada y se dejó caer al siguiente nivel. Pasó por suaves telas, pero al abrir los ojos, encontró… otras cosas…

<<Seguro ella no entró por aquí, es el camino que yo me conozco…>>. Suspiró y siguió con mucha paciencia.

Telas de araña, restos de cuerpos y algunas almas que estaban detenidas y flotando, todo era suave y asfixiante. Las almas lo miraban y no le seguían al verlo pasar con tanta serenidad y desinterés. Ni si quiera parecía tener la curiosidad de los que bajaban a probarse y conocer, ni si quiera… pareciera que buscara algo.

Veía bien en las penumbras y al estar allí sus sentidos se agudizaron. Intentó ignorar los olores, sólo lo confundían y distraían.

Encontró una puerta metálica. Resignado la traspasó como una sombra, igual que cuando se perdió en el muro. Al otro lado se hizo nítido y se apoyó, respirando aliviado. Nada lo siguió.

El panorama no cambiaba demasiado, pero ya no habían espíritus ocupando todos los rincones.

Dunkel ni los miró, eso sería atraerlos. <<Creo que me falta un nivel…>>. Recordó la manera en que la trató en el receso. <<Es que… yo…>>. Negó con fuerza. <<Se lo debo decir, no pensarlo. Nunca me atreví a preguntarle porqué estaba feliz de verme vivo…>>.

Se agazapó sobre la tierra húmeda y maloliente y traspasó el suelo como sombra. Abajo intentó aferrarse de la tierra del techo y los ladrillos antes de precipitarse por una larga caída hasta algo parecido a agua. Soltaba tierra y piedrecillas que hacían notar la profundidad al golpear el agua.

<<Qué rayos…>>. Sintió un resplandor. Al parecer por un costado una luz se apagó. Encontró un pilar medio derruido y saltó hacia él. Esperó paciente, prestando atención. Un destello azul, lejano volvió a encenderse después de varios minutos.

Los músculos le reclamaron el esfuerzo y estuvo paralizado buen rato antes de bajar por el pilar. El suelo estaba más debajo de lo que podía creer.

No estaba seguro, pero cerca de unos destellos azulados parecía haber una figura humana recogida. No se movía ni nada, no podía estar seguro fuera…

Se acercó por las sombras, cauteloso. <<¡La hallé!>>. Pisando una charca de agua. Sintió como si algo lo jalara, haciéndolo caer estrepitosamente dentro. Su cuerpo no estaba apto a moverse como él solía hacerlo estando bien, así que cayó sentado adentro de la charca.

Umi exclamó tomando una de las varillas con las que proyectaba luz azul y la intensificó, apuntando hacia la charca. Se topó con Dunkel dolorido, sucio por todas partes y oliendo mal. Se paralizó, en su expresión denotaba que no esperaba ver a alguien, menos a él.

<<Con toda la magia seguro ya alguien nos descubrió…>>. Pensó Dunkel. Umi comenzó a retroceder. – No, no, no te vayas… ¡Vine a buscarte!

Umi aferraba la varilla contra ella, como defensa… Como algo entre ella y él, que le daba distancia. – Que… Qué quieres…

Se puso de pie con dolor. Pensaba muchas cosas. Cosas que quería preguntarle, cosas que quería saber y cosas que quería aclarar… Pero nada pareciera que fuera a detenerla… Nada parecía lo adecuado. Como una estocada sintió aquella sonrisa, que ya no estaba y no veía, que moría lentamente al alejarse. Sacó el atado, que por suerte no se mojó y se lo extendió.

Ella negó con fuerza. – No lo quiero, es tuyo… – A punto de gemir.

–Quiero… que lo compartamos. – Dijo con dificultad. No era algo que acostumbrara a decir o hacer, ni con su hermano.

Umi lo miró, pero llorando.

Al menos había captado su atención y no huiría. Él ya no podría perseguirla si ella hacia eso.

–Tus amigas están preocupadas por ti… los maestros… Y… Yo estaba preocupado por ti. – Bajando la cabeza. Cómo le dolía a su orgullo decir semejante cosa, pero vaya que le aliviaba haberlo dejado ir.

–De seguro… te miraron muy feo después de que no aparecí… Perdóname… pero si vienes por mí para que cambien su actitud contigo… Yo… Yo en verdad querría hacerlo pero…

–No es eso… Yo no podía creer que alguien quisiera conocerme de verdad… Nunca creí alguien… fuera a hacer eso y… Me asusté. No lo pensé. – Le tendió las galletas. – Yo creo que en verdad no lo merezco.

–Te… asusté…

–Las veces que se me acercaba alguien era para atacarme o amenazarme… Jamás he podido fiarme. No entiendo, menos ahora, porqué quisiste hacerlo. Si es por evitarme problemas… ya no lo hice por cómo llegué acá.

–Entonces viste los fantasmas…– Mirando a un costado. – Puedes… Puedes salir del agua. – Tratando de limpiarse la cara, con los ojos enrojecidos e hinchados.

El lugar parecía una caverna, unos cimientos viejos y olvidados de la escuela o algo que ni alcanzó a ser parte de ella. Estaba lleno de tierra y un afluente mantenía húmedo y frío el lugar. Algunos ladrillos y escombros se perdían en el barro. La única luz eran las varillas de Umi, que parecían pequeños fuegos artificiales azules y blancos, que nunca se consumían. Umi regresó a donde estaba sentada. Lo vio acercarse lento y dudoso… y verlo así de sucio la hizo sonreír pese a que no quería… Era como si la fuese a rescatar y él hubiese pasado la peor parte.

–No hubieras venido por mí…– Dijo ella. – Se supone debo ser yo quien se acercara… y si no te agradé… yo me equivoqué, no debí huir…

Dejó las galletas a su lado, pero él se volvió a apartar. – ¿Porqué te acercaste a mí? Sigo sin entenderlo… No sé porqué no me deja tranquilo.

–Porque quise… Porque me nació… Porque me llamaste la atención… No pensé que quería acercarme es… Estuviste dos días, el primero me perdí casi todas las clases porque yo estaba antes en otra letra con mis amigas y no me acostumbraba al horario. El segundo día sí estuve toda la clase y aunque había visto a varios antes, a otros nunca. Entre esos alguien que sabía tanto… que me hacía ver la clase muy divertida y… y de pronto desapareció. – Siempre mirando el suelo. – Pensé… estaba enfermo… pero nadie sabía nada… y… Y había desaparecido; a los días se le daba por perdido… Conocí algo a los que me eran nuevos. Nadie me desagradó… pero estoy mejor con Rogue y Onomi a con los demás… ¿Y tú? Quería conocerte, sentía… un gran deseo… Sentía que te extrañaba.

–¿Extrañarme? – Levemente sonrojado por lo que le dijo, pero no le movió ninguna fibra más, salvo extrañarse ante tan raro comentario.

–Eso sentía. – Se encogió de hombros, llorando suave otra vez. –  No sabría explicarlo. No sé porqué, pero sólo pensaba que quería conocerte…

–Por…

–No puedes juzgar a alguien hasta que lo conoces. No buscaba juzgarte… Pero al encontrarte y saber estabas vivo y que ibas a regresar me puso tan alegre… – Lo miró. – ¿Está mal obligar a las personas, no? Yo creo que me equivoqué. – Frotando sus manos. – La situación es extraña… En verdad puedes irte, antes de que vengan por mí… A veces digo incoherencias que sólo Omi y Rogue entienden. Yo aclararé todo mañana y te dejarán tranquilo, no te mereces lo que te hice.

<<Pero… yo entendí todo lo que dijo…>>. – Puedes… conocerme… Pero temo que te arrepientas de ello. – Triste.

–Lo extraño es que hasta ahora no siento que deba retractarme… Tú… Tú pasaste el calabozo abandonado para llegar donde estoy porque te preocupé, no te mereces que alguien te haga algo así. – Llorando con fuerza. – La verdad siento que yo no merecí acercarme, eres muy especial. No me importa si Omi te dijo que yo estaba aquí o fue de otro modo, si no te enteraste, me buscaste y si te enteraste viniste pese a todo. Pero es algo que no podía controlar y tampoco tenía demasiadas razones. No tengo explicación a nada de lo que quería, fuera de lo que te dije y que sólo lo quería.

Cuando se apartó las manos de la cara se topó a Dunkel agachado frente a ella.

<<No lo hizo por algo, lo hizo porque simplemente quería hacerlo…>>. – ¿Sabes…? Eres extraña. – acomplejado. – Que una chica tan dulce se venga a meter aquí no le encuentro sentido.

Rió apenada entre los sollozos. – La primera vez pasé por el calabozo… pero después encontré otra entrada…

<<Eso la hace más extraña aún…>>.

–Es el único lugar donde nadie… ni la señorita Hada… ni el director… Ni mi hermano puede encontrarme. Onomi prometió nunca decirle a mi hermano. De hecho Omi nunca supo con certeza se trataba de aquí… Pero ella es tan miedosa que sé nunca vendría. Todas las almas impiden que cualquier mago me detecte… Hay tanto odio allí que todos se desconciertan.

Dunkel apoyó los brazos en las rodillas de Umi. – Se… ¿Seguro que estás… bien…?

Umi se sonrojó. – Sí, aunque no sé porqué no puedo parar de llorar. – Cuando alzó la vista Dunkel le ofrecía una galleta, sujeta por la tela del saquito, ya que sus manos estaban sucias.

–Sage junto con la cocinera me hicieron comerme casi toda la cocina…. Yo no tengo hambre, pero tú no has comido nada si pasaste el día aquí.

Rió triste. – Al final las hice para mí. – Inclinándose para comer la galleta, pensando que las hizo para Dunkel pero al final se las comía ella.

<<No…>>. Apoyado en sus rodillas otra vez. <<Sí… sí las hizo para mí… Para que yo pudiera llegar… a ella>>. Extrañado de sentir que alguien sí quería compartir con él algo más allá de trucos y conocimientos. <<Pensé tenía curiosidad y eso me molestaba mucho…>>. – Yo sé… que tú sospechas que no soy humano…

–¿Yo? – Confundida. – No lo he pensado… Inclusive en el combate pienso en un hechizo o algo como lo de Onimo… ¿No eres humano?

Dunkel se golpeó la cara con la mano libre, manchándosela de barro. <<Y ahora qué hago…>>. Le ofreció otra galleta, con la servilleta siempre de por medio y la mano más limpia y seca. – Qué… piensas al respecto… – Umi ladeó la cabeza y se sirvió la galleta, con cierto entusiasmo. Al menos ya no lloraba. La observó perdido comerse la galleta, como si acabara de hipnotizarlo.

Cuando tragó habló. – La escuela Haxix… no tiene muchos secretos… Pero en verdad todos sus secretos están ocultos en sus alumnos. Todos los secretos de Haxix son ellos mismos. La escuela los conoce todos. Los conoce a todos. Ellos son preciados porque son lo que la forman y dan lo que la hacen ser Haxix. Son misterios que se saben si es debido. A mí no me importa saber eso… Es irrelevante. – Juntó las manos y lo miró con una gran sonrisa alegre.

Dunkel se sintió muy extraño. Rió suave, casi metió la pata y la ingenuidad de Umi lo salvaba casi de milagro. Le tendió otra galleta, que era lo que Umi quería… De pronto se percató. <<Cómo… Cómo la entendí…>>. Dejándole las galletas y cayendo sentado. <<¿¿Cómo…??>>.

–¿Te sientes bien? Dunkel… ¿Estás cansado…? – Inclinándose hacia él.

<<No dijo nada, no se apuntó la boca… ni las galletas y supe lo que quería, no lo entiendo… No...>> Aferrándose la cabeza con las manos.

–¡Dunkel! – Agachándose frente a él.

Él la abrazó de manera brusca. <<No sé qué es. No quiero dañarla, pero ella me causa miedo. No quiero… No quiero dañarla pero me asusta y me hace temer porque no puedo ver lo que sucede. Estoy sellado, no la mataré… Y no quiero>>. Tratando de no enterrarle los dedos crispados. <<Ella me asusta…>>. Le hacía temblar que aquél ser más pequeño que él produjera con una fuerza extraña cosas inexplicables para él.

<<Se siente como una amenaza…>>. Umi comenzaba a asustarse recién.

El muro de roca se abrió, dejando ver parte de uno de los jardines de la escuela. Afuera estaba Gadiel. Umi le vio, pero Dunkel no reaccionaba.

–Su… su… sup…

Gadiel acalló a Umi con suavidad. Puso una mano sobre la cabeza de Dunkel y éste se relajó totalmente, permitiendo que Umi se soltara.

–Supe…


–No estás en problemas. – Dijo Gadiel a Umi. – No pasa nada… y no diré que estabas aquí. Esperaba que Dunkel se responsabilizara por lo que te hizo.

–Pero yo tuve la culpa. Él ahora está…

–Confundido. No está herido ni mal, ni grave. – Suspiró y mostró una mirada cálida. – Sólo está confundido porque no puede entender alguien quiere estar con él… Pero te ha aceptado. Quieres conocerlo y él te ha dejado le conozcas. Yo me encargaré ahora. – Le entregó una fina hoja de pergamino con una firma de tinta plateada. – Regresa a tu habitación y muestra eso a todo el que te topes en el camino, no podrán castigarte, pero vale sólo por hoy y ahora.

–Y… Dunkel…

–Déjamelo a mí, ya se enmendó por hoy. A la próxima no salgas corriendo porque él actué mal contigo, al final los daña a los dos.

Ella se apenó mucho y le agradeció con un fuerte abrazo. Corrió por el jardín para ir a la escuela, cuando el ocaso estaba por terminar.

Gadiel levantó a Dunkel jalándolo por un brazo. Tenía los ojos grises, inconsciente de mente pero su cuerpo seguía despierto. – Óyeme saco de enredos, no vuelvas a repetir lo mismo, la vas a asustar de verdad. – Dejando el cuerpo de Dunkel de pie. – La verdad que tienes la cabeza bien mala… – Suspiró. – Mejor dicho tu alma. Ya es hora de que te desenvenenes de una vez. Eso de destruir a lo que temes, por favor, que pensamiento tan tonto. – Jaló a Dunkel por la mano y al salir el muro se cerró otra vez, mostrando una quebrada al costado de la escuela, donde había un jardín bajo nivel. – Vas a aprender que no es así. – Y se lo llevó consigo.



Cuando Dunkel despertó estaba en su cuarto, con Joshua pegado encima de él. Sólo sabía que estaba con Umi y que quiso dañarla… De un empujón mandó lejos a Joshua y se enderezó. Estaba seco, limpio y tibio dentro de su cama. – Qué…

–Es hora de cenar. – Por la puerta entró su madre. – Que bueno que despertaste. – Sonrió.

–Yo…

–¡¡¿Es cierto que tienes una amiga?!! ¡¿Es la niña linda de cuando lucharon?!

Dunkel le plantó una mano en la cara, aplastándole la nariz.

–Gadiel nos contó qué hacías perdido hasta tarde, te trajo aquí…

<<¡Pero yo estaba sucio! Nosotros no tenemos baño en éste lado…>>.

–Shu. – dijo la madre. – Anda a poner la mesa.

–¡¡Sí!! – Joshua obedeció alegre y salió saltando.

Los tres vivían en el ala de maestros y poseían tres habitaciones. Dos dormitorios y otro cuarto que usaban como cocina y comedor. La habitación de Dorotea era un poco más grande porque también era donde trabajaba, con libros, exámenes, listas y materiales…

Dorotea cerró la puerta apenas salió Joshua y se acercó a Dunkel.

–Qué pas….

–Shh, Joshua no lo sabe. Gadiel te trajo aquí ya limpio, pero me contó todo lo que pasó en una nota… Cariño… – Bajando la cabeza.

–No me gusta esa expresión.

–Estoy feliz… Aunque para nuestra costumbre duele un poco, sé es lo mejor. Gadiel te purificó. – Le tapó la boca a Dunkel para que no exclamase. – No dejarás de ser vampiro. Tus habilidades se han reducido a más de la mitad… pero a medida que avance el año y pierda efecto volverá todo a como estaba antes. Lo que sí… Si vuelves a actuar, ser y vivir como lo hacías antes… lo que hizo habrá servido de nada, tienes otra oportunidad.

–Casi me quita lo que soy. – Queriendo enojarse… pero no podía, se sentía demasiado en paz y tranquilo. – ¿Otra oportunidad para qué?

–Dunkel. – Acariciándole la cabeza. – Yo no pude hacer mucho por cómo te veían y veías el mundo, eso te afectó… Cariño, casi mataste a tu compañera, faltó poco para que te salieras de control… Por el temor que acumulaste a que te descubrieran…

–U…mi…

–Ella está bien, Gadiel llegó a tiempo, ella no supo nada… Quiero cambies tu actitud, que intentes mejorar. Así cuando el ciclo termine las confusiones o los temores no se apoderarán de ti, y no te hagan perder el control. Sé te dolerá, pero no has dejado de ser nada de lo que siempre fuiste. Actúa como siempre, pero con otro punto de vista. – Lo besó en la frente y se colocó de pie. – Abrígate y ven a cenar.

–Y… ¿qué haremos respecto a papá…?

Ella se detuvo en la puerta. – Él no te dirá nada cuando nos reunamos… – Ahora mostró su faceta diabólica, lo que es Dorotea enojada. – O se las verá conmigo.

Dunkel sonrió apenado. <<Es una suerte Gadiel no me haya matado…>>. Con una mano en el pecho. <<Qué… clase de poder tiene él… ¿Porqué lo hizo?>>. Estirándose. <<Es como si pudiera respirar bien por primera vez después de muchos años>>. Recordando tiempos de cuando Joshua aún ni nacía. Miró hacia la cocina-comedor. <<Aún así tengo miedo, porque no entiendo ésta situación>>.

–¡¡KEEEEL!!

Miró a su hermano con una vena hinchada. – ¡Hace cinco años te vengo diciendo que no me digas Kel! – Gritó Dunkel. – Ya sabes hablar.

–¡Kel, Kel, Kel! – Asomándose por la puerta. – Kel tiene novia. – Muy contento.

Con las manos en la cabeza. – ¡Que no es mi novia! – Saltando de la cama a atraparlo por la cabeza y torturarlo. – No te andes inventando cuentos que conmigo no ganarás ni en un millón de años.

–¡Kel me pega mamá!

–¡¡PÁRALO YA!! – Gritó Dunkel mientras la madre reía y del dormitorio colindante les golpeaban la pared para mandarlos a callar. Cuando todo se calmó un poco y ya comiendo lo pensó… <<¿Porqué Jean me habrá advertido de que Gadiel era peligroso…? Me purificó sin aniquilarme, tiene un nivel muy alto y avanzado pero… ¿Será para temerle? De momento fue ayudarme…>>.

La clase de Dásos llegó justo a la hora de cenar, la hora más congestionada en el que se podía apreciar la cantidad de alumnado que poseía la escuela, siendo que no todo el personal ni todos los alumnos cenaban a esa hora (las 8).

En el cuarto Dásos entró cuando vio todas las luces apagadas, no quería que Eis lo molestara y esperó se durmiera antes de aparecerse.

Los tres alumnos de magia psíquica parecían dormir y la habitación estaba en penumbras. Entró y se sentó en su cama, bajo el camarote de Estephan. Miró hacia el frente, a Eis, perturbado por el día de locos… y lo que estaba descubriendo de él sin querer. Intentó hacer memoria de la primera vez que se hablaron.

"–Disculpa… Tú… ¿Eres el chico que sabe mucho de magia de Restauración…?

–¿Magia? Magia casi no sé…

–Pero sabes crear medicinas…" Y lo dejó hablando solo porque vio a los maestros, de los que huía, que lo encontraron.

<<Después de todo… creo que sí tengo la culpa…>>. Se acostó a dormir.
Capítulo 01

Capítulo 03

Todos los capítulos




Prueben el shoujo midori XD y eso que el cap no es TAN meloso como mis historias shoujo oficiales, dios xD! así me gusta 8D. Anyways, si alguien lo duda, Dunkel, a diferencia de Ban, aunque nació de madre humana y padre vampiro es mucho más vampiro que Ban, si se mantiene como humano es por la escuela que los hechizan en una noche especial (ya la conocerán xD) una vez al mes
Comments4
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ExecutorCid's avatar
Salve:


"los capítulos nos e irán corriendo"

Eso es lo que Ud quiere que creamos.


"Rió suave, casi metió la pata y la ingenuidad de Umi lo salvaba casi de milagro."

XD


"Le tendió otra galleta, que era lo que Umi quería… De pronto se percató. <<Cómo… Cómo la entendí…>>. Dejándole las galletas y cayendo sentado. <<¿¿Cómo…??>>"

Usó la Fuerza. :yoda:


" –¡¡¿Es cierto que tienes una amiga?!! ¡¿Es la niña linda de cuando lucharon?!

Dunkel le plantó una mano en la cara, aplastándole la nariz."

:rofl:


"–¡Kel, Kel, Kel! – Asomándose por la puerta. – Kel tiene novia. – Muy contento."

Le van a soplar los mocos por andar de cabrón. XD XD


"<<Después de todo… creo que sí tengo la culpa…>>. Se acostó a dormir."

Pues sí, algo. XD


"Prueben el shoujo midori XD y eso que el cap no es TAN meloso como mis historias shoujo oficiales, dios xD!"

Agradezco eso mucho. XD XD XD


Por cierto, nunca me pasó la página o aquello de la persona con la que hizo intercambio de lectores. XP


En Taro Adun